Según este estudio, los mayores consumos de vitaminas del grupo B se asocian con una reducción en la incidencia y una disminución en los riesgos de desarrollar diferentes formas de cataratas en personas mayores.

En este estudio, publicado en Ophthalmology, las vitaminas B2 (riboflavina), B3 (niacina), B6 y B12 se asociaron con un efecto protector contra las opacidades de las lentes cortical y nuclear, según los datos obtenidos de 3115 personas entre 55 y 80 años de edad cuyo seguimiento se realizó por un promedio de 9,6 años.

«La totalidad de las pruebas de nuestro estudio y otros estudios sugieren que las vitaminas del grupo B pueden tener un papel para frenar el desarrollo de las cataratas», escribieron los autores, dirigidos por Tanya Glaser, MD, del Instituto Nacional para la Salud Ocular de los Institutos Nacionales de Salud.

Detalles del estudio

En el estudio AREDS (Estudio de Enfermedades Oculares relacionadas con la edad) se encontró que altas dosis de vitaminas C y E, β-caroteno, zinc o una combinación de éstos no tuvieron ningún efecto evidente en el desarrollo o progresión de opacidades del cristalino», explicaron el Dr. Glaser y sus coautores. «En el AREDS 2, un ensayo clínico controlado aleatorizado, tampoco se encontró ningún efecto beneficioso o perjudicial del tratamiento con luteína y zeaxantina en la aparición de la cirugía de cataratas o en la progresión de opacidades de la lente.

«En este estudio, se obtuvieron datos transversales y prospectivos desde el AREDS de 3115 personas entre 55 y 80 años de edad cuyo seguimiento se realizó por un promedio de 9,6 años. Se utilizaron dichos datos para examinar las asociaciones entre las opacidades de las lentes relacionadas con la edad y la ingesta de vitaminas del grupo B y de luteína y zeaxantina. Hemos encontramos que el aumento de la ingesta dietética de riboflavina y de vitamina B12 se ha asociado inversamente con la aparición de la catarata nuclear y cortical».

Los datos de la cohorte del estudio indican que, al inicio, la ingesta dietética de riboflavina y B12 está inversamente asociada con la opacidad del cristalino.

Además, las personas con las ingestas de riboflavina promedio más altas tuvieron un 22% y un 38% menores riesgos de catarata nuclear leve y moderada, respectivamente y un 20% menor riesgo de catarata cortical leve, en comparación con aquellas personas con las ingestas promedio más bajas.

Las personas con las ingestas promedio más altas de B12 también tuvieron un 22% y un 38% menores riesgos de catarata nuclear leve y moderada, respectivamente, mientras que el riesgo de catarata cortical leve se redujo en un 23%, en comparación con aquellas personas con las ingestas promedio más bajas.

El consumo promedio más alto de B6 se asoció con un riesgo un 33% menor de desarrollar opacidad del cristalino nuclear moderada, en comparación con las ingestas medias más bajas, agregaron.

No se encontraron asociaciones entre la ingesta de luteína y zeaxantina y cualquiera de las medidas de catarata, agregaron el Dr. Glaser y sus colaboradores.

«Estos resultados son consistentes con estudios anteriores que sugieren que la ingesta dietética de vitaminas del grupo B puede frenar la aparición de opacidades de la lente relacionadas con la edad», concluyeron.

En relación al posible mecanismo potencial de acción, el Dr. Glaser y sus coautores tuvieron en cuenta que el desarrollo de cataratas podría relacionarse con el estrés oxidativo, y que las vitaminas del complejo B pueden ayudar a mantener la salud ocular al funcionar como cofactores en la activación enzimática de antioxidantes.

Es biológicamente plausible que su importancia puede ser atribuida a su función en la vía metabólica que elimina la homocisteina, donde las vitaminas B12 y B6 actúan como cofactores enzimáticos”, escribieron.

Referencia

Glaser TS, Doss LE, Shih G, Nigam D, Sperduto RD, Ferris FL 3rd, Agrón E, Clemons TE, Chew EY; Age-Related Eye Disease Study Research Group. The Association of Dietary Lutein plus Zeaxanthin and B Vitamins with Cataracts in the Age-Related Eye Disease Study: AREDS Report No. 37. Ophthalmology. 2015;122(7):1471-9 – doi: 10.1016/j.ophtha.2015.04.007.