Según este estudio realizado en humanos, suplementos de aceite de krill pueden fortalecer la función inmune de adultos que realicen ejercicios saludables.
Datos publicados en PLoS One indican que seis semanas de suplementación con aceite de krill resultaron en incrementos significativos en la producción de IL-2 (una molécula de señalización reguladora de la actividad de las células inmunitarias) y en la actividad de las células natural killer (NK) en el período de recuperación después del ejercicio.
«Las células NK son la primera línea de defensa, reaccionan rápidamente ante amenazas como bacterias y virus para mantenerlos bajo control hasta que el sistema de inmune antígeno-específico responda«, explicó el Coordinador del estudio el Dr. Stuart Gray, de la Universidad de Glasgow en Escocia. «Su actividad puede disminuir hasta un 60% durante varias horas después del ejercicio prolongado. El aceite de krill podría por lo tanto ayudar a aumentar la protección del huésped después de un ejercicio intenso».
Detalles del estudio
El Dr Gray y sus colaboradores reclutaron a 37 hombres y mujeres sanos con una edad media de 25,8 años a los que se les asignó aleatoriamente a recibir placebo o dos gramos diarios de aceite de krill durante 6 semanas. Todos los participantes realizaron una simulación de contrarreloj de ciclismo antes y después del período de intervención de seis semanas.
Los resultados mostraron que la suplementación con aceite de krill produjo un incremento del 75% y 21% en los niveles eritrocitarios de EPA y DHA, respectivamente, mientras que el índice de Omega-3 aumentó en un 27%. Estos aumentos coincidieron con disminuciones en el ácido araquidónico y el ácido docosatetraenoico del 7% y 17%, respectivamente.
Además, también se observó un incremento significativo en la producción de PBMC IL-2 y la actividad de las células NK en el período de recuperación después del ejercicio para el grupo de aceite de krill, mientras que otras citoquinas no fueron afectadas.
No se observaron efectos en la prueba de tiempo, ni tampoco los investigadores observaron efectos sobre la frecuencia cardíaca o consumo de oxígeno.
«Este estudio actual es el primer estudio en investigar los efectos de 6 semanas de suplementación de aceite de krill durante el ejercicio, en los marcadores de la función inmune y la peroxidación lipídica y ha demostrado que el aceite de krill puede aumentar la producción de PBMC IL-2 y la actividad citotóxica de las células NK 3 horas después del ejercicio en varones y mujeres jóvenes sanas sin modificar su rendimiento», escribieron los investigadores.
«Cabe destacar en este punto que idealmente habría que haber tomado muestras de sangre no solo al final del ejercicio, sino también en la contrarreloj inicial, permitiendo una comparación más directa de las respuestas inmunes medidas después del período de suplementación en los mismos individuos, siendo esta es una limitación del estudio actual.
«También queda por establecerse si estas alteraciones en la función inmune pueden reducir la carga de infecciones respiratorias que son elevadas en aquellos con carga de entrenamiento alta».
Referencia
Da Boit M, Mastalurova I, Brazaite G, McGovern N, Thompson K, Gray SR. The Effect of Krill Oil Supplementation on Exercise Performance and Markers of Immune Function. PLoS One. 2015 Sep 25;10(9):e0139174. doi: 10.1371/journal.pone.0139174.