Los suplementos de ajo envejecido (Allium sativum) pueden reducir la presión arterial media en 5,0 mmHg en hipertensos no controlados, dice este estudio.

Dosis diarias de 1,2 g de polvo de extracto de ajo envejecido durante 12 semanas también se asociaron con una reducción del 11,5 mmHg en la presión arterial sistólica y con una reducción de 6,3 mmHg en la presión arterial diastólica en respondedores, comparado con placebo.

«Nuestro estudio sugiere que el extracto de ajo envejecido es eficaz en la reducción de la presión arterial central y periférica en una gran proporción de pacientes con hipertensión no controlada y tiene el potencial para mejorar la rigidez arterial, la inflamación y otros marcadores cardiovasculares en pacientes con niveles elevados», escribieron los investigadores del Instituto Nacional de Medicina Integrativa de Australia en Integrated Blood Press Control.

«El extracto de ajo envejecido fue altamente tolerable con un perfil de alta seguridad como tratamiento independiente o adyuvante antihipertensivo».

 Este estudio se añade a la evidencia científica que apoya los beneficios potenciales para la salud del corazón del ajo y los compuestos que contiene. De hecho, un meta-análisis reciente de 7 ensayos controlados aleatorizados concluyeron que los suplementos de ajo podrían reducir la presión arterial sistólica y diastólica en un promedio de 6,71 mmHg y 4,79 mmHg, respectivamente (Phytomedicine, 2015, Vol. 22, págs. 352-361).

«Lo importante fue la duración del tratamiento de los estudios incluidos que osciló entre 8 y 12 semanas, y los máximos efectos de disminución de la presión arterial se obtuvieron al final del tratamiento».

Detalles del estudio

Los investigadores reclutaron a 88 personas con hipertensión no controlada para participar en su ensayo doble ciego controlado con placebo aleatorizado. Los participantes fueron asignados aleatoriamente para recibir ya sea 1,2 gramos por día de extracto de ajo envejecido (conteniendo 1,2 mg de S-alylcisteina) o placebo durante 12 semanas.

Los resultados mostraron una reducción significativa en la presión arterial media (5,0 mmHg) y la presión arterial sistólica y diastólica en respondedores, comparado con placebo.

Mientras que no hubo mejorías estadísticamente significativas en otras medidas, se observaron discretas mejoras en la presión arterial central, la presión arterial media, velocidad de la onda del pulso y la rigidez arterial en el grupo del ajo.

«Si bien no encontramos diferencias significativas en otros marcadores cardiovasculares, se observaron efectos favorables en el marcador inflamatorio TNF-alfa, así como  en el colesterol total, colesterol LDL y niveles de ApoA y ApoB, que están en consonancia con investigaciones anteriores, donde el ajo se encontró que redujo los marcadores proinflamatorios IL-1beta y TNF-alfa, la activación subsecuente del factor nuclear NF-kappaB y los niveles de LDL oxidativo in vitro», escribieron los investigadores.

Lo importante, es que el extracto de ajo envejecido fue muy tolerable y aceptable y no tuvo ningún efecto sobre el riesgo de sangrado en pacientes tratados con medicamentos anticoagulantes, añadieron los investigadores.

Referencia

Ried K, Travica N, Sali A. The effect of aged garlic extract on blood pressure and other cardiovascular risk factors in uncontrolled hypertensives: the AGE at Heart trial. Integr Blood Press Control. 2016;27;9:9-21 doi: 10.2147/IBPC.S93335.