La suplementación con aceite de pescado puede aumentar la sensibilidad a la insulina y reducir el riesgo de diabetes entre quienes padecen trastornos metabólicos, según un nuevo meta-análisis de la Universidad de Medicina de Chongqing.
Al revisar un total de 17 estudios, que incluyeron 672 participantes mayores de 18 años, los investigadores encontraron en su análisis de subgrupos que la suplementación con aceite de pescado podría aumentar la sensibilidad a la insulina en aquellos que experimentan al menos un síntoma de un trastorno metabólico.
Sin embargo, no se observaron los mismos beneficios en personas sanas o que ya tenían diabetes tipo 2.
Aquellos que tenían trastornos metabólicos pero no diabetes tipo 2 experimentaron una disminución de hasta un 47% en la resistencia a la insulina cuando se les suplementó con aceite de pescado a corto plazo.
Los investigadores declararon, en su artículo publicado en Lipids in Health and Disease, que: «Los resultados del análisis de subgrupos mostraron una asociación de menor riesgo en el grupo de personas con trastornos metabólicos”.
«Encontramos que el aceite de pescado no tuvo efectos sobre la sensibilidad a la insulina entre las personas sanas o las personas con DM2. Además, el análisis de subgrupos mostró un efecto positivo del aceite de pescado sobre la sensibilidad a la insulina entre el grupo de intervención a corto plazo en lugar del grupo de intervención a largo plazo».
Debido a que los niveles séricos de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 requieren un mínimo de cuatro semanas para alcanzar el equilibrio, la revisión sugirió que el período de intervención ideal debería ser de menos de 12 semanas, pero al menos de más de cuatro semanas.
Esto llevó al análisis a afirmar que la suplementación con aceite de pescado podría ser una «intervención significativa como prevención secundaria» para el síndrome metabólico y la diabetes tipo 2. Sin embargo, también agregó que la duración, no la dosis, es crucial para que tal intervención sea efectiva, ya que los estudios revisados encontraron que la dosis de suplementación no tuvo impacto en la sensibilidad a la insulina.
El análisis concluyó que los resultados tenían fuertes implicaciones para la prevención de la diabetes tipo 2.
«Tomados en conjunto, estos hallazgos tienen grandes implicaciones para la prevención de la DM2. Los estudios de investigación en el futuro serían más beneficiosos para prescribir explícitamente las intervenciones para los ensayos, especialmente la dosis, la frecuencia, la administración y la duración de la suplementación con aceite de pescado. Además, se debe realizar una mayor investigación para determinar la población que podría beneficiarse de la intervención», concluyó el documento.
Referencia
Gao H, Geng T, Huang T, Zhao Q. Fish oil supplementation and insulin sensitivity: a systematic review and meta-analysis. Lipids Health Dis. 2017;16(1):131. doi: 10.1186/s12944-017-0528-0.