El elevado consumo de alimentos ricos en vitaminas y minerales a lo largo de la época adulta temprana podría ayudar a retrasar el proceso biológico del envejecimiento, según dice este estudio de Corea del sur.
Este estudio, que siguió el proceso de envejecimiento de casi 2.000 adultos de mediana edad durante diez años, encontró que el consumo de micronutrientes como vitamina C, folato y potasio se asoció con un retraso en el envejecimiento biológico.
Los investigadores coreanos señalaron en su artículo, publicado en el Journal of Human Nutrition and Dietetics, que hasta ahora ha habido pocos estudios investigando la posible asociación entre la ingesta de nutrientes y el envejecimiento biológico medido por la longitud de los telómeros leucocitarios (LTL), que sugieren «puede reflejar el estrés oxidativo acumulado e indicar envejecimiento biológico».
«Observamos asociaciones longitudinales positivas entre el consumo de vitamina C, folato y potasio y la LTL y estas asociaciones fueron más evidentes en adultos de mediana edad en comparación con los participantes más viejos», comentó el equipo, dirigido por J.-Y. Lee de la Universidad Kookmin de Corea del sur.
«Aunque las asociaciones fueron moderadas porque la información dietética fue recopilada 10 años antes de que se midiera la LTL, nuestros resultados son solidarios, en cierta medida, con la hipótesis de que el consumo temprano de nutrientes antioxidantes y vitaminas del grupo B que participan en las vías de transferencia de un carbono se asocia con una mayor LTL, sugiriendo los efectos beneficiosos de la ingesta de nutrientes sobre el envejecimiento biológico».
Detalles del estudio
Lee y sus colaboradores investigaron posibles asociaciones longitudinales entre el consumo de micronutrientes, incluyendo nutrientes antioxidantes y vitaminas del complejo B involucradas en vías de transferencia de un carbono con la LTL.
La cohorte poblacional, seguida por diez años, incluyó 1.958 hombres y mujeres coreanas de mediana edad y más viejos entre 40 y 69 años de edad al inicio del estudio.
«Se recogió la información dietética al comienzo del estudio utilizando un cuestionario de frecuencia de alimentos semicuantitativo (…) y se evaluó el consumo de micronutrientes, incluyendo vitaminas A, B1, B2, B3, B6, B9 (ácido fólico), C y E, así como calcio, fósforo, potasio, hierro y zinc», dijo que el equipo – agregando que la LTL se midió usando la reacción en cadena de polimerasa en tiempo real en el examen realizado a los diez años de seguimiento.
Después de ajustar por factores de confusión potenciales, Lee y sus colaboradores encontraron que LTL fue positivamente asociada con el consumo de vitamina C (P < 0.05), folato (P = 0.05) y potasio (P = 0.05) en todos los participantes.
«No se observó ninguna asociación entre el consumo de vitaminas A, B1, B2, B3, B6 y E, calcio, fósforo, hierro y zinc y la LTL», agregaron.
Cuando el equipo observó que la edad de los participantes jugaba un papel importante, utilizaron un análisis estratificado por edad, encontrando que la asociación entre el consumo de vitamina C, folato y potasio con la longitud de los telómeros fue significativa sólo entre los participantes menores de 50 años.
Este resultado podría explicarse en parte por una diferencia generacional en el consumo de vitamina C, folato y potasio – aunque agregaron que el menor tamaño de muestra en los participantes mayores que en participantes más jóvenes también puede ser un factor a considerar.
«Nuestros hallazgos sugieren que el consumo temprano de vitamina C, folato y potasio, abundantes en frutas y verduras, puede retrasar el envejecimiento biológico en los adultos de mediana edad y mayores», concluyó el equipo.
Referencia
Lee JY, Shin C, Baik I. Longitudinal associations between micronutrient consumption and leukocyte telomere length. J Hum Nutr Diet. 2017;30(2):236-243. doi: 10.1111/jhn.12403.