Los pacientes afectos de enfermedad cardiovascular con bajo consumo de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) sufren de niveles más altos de inflamación, según este estudio publicado en Nutrition.

La investigación, que involucró a pacientes con enfermedad cardiovascular preexistente (ECV), descubrió que la ingesta de ácidos grasos omega-3 y omega-6 individualmente, así como también de AGPI totales, se asoció inversamente con ciertos marcadores inflamatorios.

«Las ingestas de ácidos grasos Omega-3 y omega-6 están inversamente asociadas con los biomarcadores inflamatorios entre los pacientes con ECV», concluyeron los investigadores de la Universidad de Sao Paolo, el Hospital del Corazón y el Instituto de Cardiología Dante Pazzanese, ambos también de la misma ciudad.

Es ampliamente reconocido que la mayoría de las ECV involucran un proceso inflamatorio llamado aterosclerosis, donde las paredes de las arterias se engrosan por depósitos de placa de grasa.

Durante la inflamación, el cuerpo produce moléculas como la proteína C reactiva (PCR) y las interleucinas (IL). La investigación previa sugiere que la PCR es un predictor independiente de ECV, mientras que IL-1ß, IL-6, IL-8, IL-10 e IL-12 son biomarcadores inflamatorios comúnmente utilizados.

El equipo de investigación encontró, «en este estudio transversal de ácidos grasos dietéticos y biomarcadores inflamatorios, entre pacientes en prevención secundaria de ECV, que la ingesta de ácidos grasos omega-3 y omega-6 estaba inversamente relacionada con la PCR, IL-1ß, IL- 10; y que los niveles de IL-12 y la ingesta de PUFA estaban inversamente relacionados con los niveles de PCR e IL-1ß».

Detalles del estudio

La mayoría de los estudios previos que relacionan omega-3 con marcadores inflamatorios más bajos han incluido ácido eicosapentaenoico de cadena larga (EPA) o ácido docosahexaenoico (DHA), mientras que los beneficios antiinflamatorios del ácido alfa-linolénico (ALA) tienden a pasarse por alto. La fuente de omega-3 en este estudio fue principalmente ALA, lo que refleja la dieta brasileña, que promedia 1,7 gramos/día de ALA.

Los resultados, que indican que la ingesta de ALA (un AGPI de cadena corta) se asocia con niveles reducidos de inflamación, son consistentes con los hallazgos de una revisión anterior.

Los investigadores se sorprendieron un poco al encontrar que, «hubo una asociación inversa entre los niveles de ácidos grasos omega-6 y PCR en plasma y ningún impacto del ratio de ingesta omega-6/omega-3 en los niveles de biomarcadores inflamatorios».

La mayoría de las investigaciones que involucran AGPI omega-6 han mostrado una asociación proinflamatoria con una mayor ingesta. Sin embargo, algunos estudios en animales y uno en humanos japoneses no han encontrado ningún efecto de mayor índice de ingesta de omega-6/omega-3 en la inflamación, similar al estudio actual.

La inconsistencia entre los hallazgos de esta investigación y la mayoría de los estudios previos puede depender de la relación omega-6/omega-3 basal de las poblaciones de estudio individuales.

Los hallazgos del estudio se suman a la evidencia de que la ingesta de omega-3 de cadena corta, así como EPA y DHA, pueden estar inversamente relacionados con la gravedad de la inflamación en la enfermedad cardíaca.

Sin embargo, se requieren ensayos de intervención grandes y bien controlados para establecer el uso de modificaciones dietéticas en la ingesta de AGPI para reducir la inflamación en la prevención secundaria de eventos cardiovasculares.

Referencia

Bersch-Ferreira ÂC, Sampaio GR, Gehringer MO, Ross-Fernandes MB, Kovacs C, Alves R, Pereira JL, Magnoni CD, Weber B, Rogero MM. Association between polyunsaturated fatty acids and inflammatory markers in patients in secondary prevention of cardiovascular disease. Nutrition. 2017 May;37:30-36. doi: 10.1016/j.nut.2016.12.006.