Las antocianinas que se encuentran en las bayas ayudan a disminuir el LDL-colesterol en individuos con sobrepeso, pero no afectan los niveles de aquellas personas que tienen un peso saludable.
Esta investigación, publicada en Nutrients, basada en la revisión de 12 artículos seleccionados en base a los criterios de inclusión reseñados debajo, que explican los resultados de ensayos controlados aleatorios sobre el uso de antocianinas, encontró que los flavonoides que dan a las bayas su color pueden ayudar a disminuir el LDL-colesterol (colesterol malo) en las personas con biomarcadores elevados, o, en términos más coloquiales, en aquellos individuos que tienen sobrepeso o son obesos.
«Este estudio se añade a la evidencia científica de estudios observacionales, animales y mecánicos, que sugieren que las antocianinas y los extractos ricos en antocianinas tienen el potencial para afectar los marcadores de enfermedades cardiovasculares», escribieron los investigadores de la Universidad George Mason en Virginia.
Las antocianinas son flavonoides, pigmentos que van del rojo anaranjado al azul violeta presentes en muchas frutas, verduras, flores, granos y otros alimentos de origen vegetal. El interés en los efectos biológicos de las antocianinas ha crecido debido a su notable presencia en la dieta humana, así como su uso potencial como una alternativa de valor añadido sobre los colorantes sintéticos en muchos productos alimenticios. La evidencia de los estudios epidemiológicos sugieren los efectos terapéuticos y preventivos sobre la enfermedad cardiovascular de las antocianinas.
Datos de la Organización Mundial de la salud (OMS) indican que la enfermedad cardiovascular es la causa número una de muerte en todo el mundo. Los investigadores citan datos de la OMS, que predicen que en 2030, 28 millones de personas morirán de una enfermedad cardiovascular.
«El consumo de bayas ha mostrado ser esencial en una dieta saludable para el corazón, debido en parte a la abundancia y variedad de sus componentes bioactivos», escribieron los investigadores.
Según los autores, «hasta este estudio no existía ninguna revisión sistemática que hubiera evaluado el efecto de las antocianinas purificadas o de los extractos ricos en antocianinas en los marcadores de salud cardiovascular en ensayos controlados aleatorios».
Por eso, los investigadores de la Universidad George Mason examinaron una selección de 12 estudios relacionados con las antocianinas.
Selección de estudios
Los investigadores buscaron en tres bases de datos (PubMed, Web of Science Core Collection y BIOSIS Previews) y aplicaron cinco categorías para filtrar los artículos que han utilizado para su investigación. En palabras de los investigadores, estos fueron los criterios de inclusión:
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Ser estudios clínicos aleatorizados controlados que comparaban las antocianinas purificadas o extractos ricos en antocianinas contra un control de placebo;
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Que involucraran a participantes adultos ≥18 años de edad;
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Que evaluaran el efecto de las antocianinas purificadas o extractos ricos en antocianinas en marcadores de enfermedad cardiovascular (triglicéridos, colesterol total, HDL-colesterol (lipoproteínas de alta densidad), LDL-colesterol (lipoproteínas de baja densidad) o presión arterial);
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Que los grupos de tratamiento informaran sobre el contenido cuantitativo o cuantificable de antocininas; y
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Que estuvieran publicados en inglés.
Después de comparar la literatura seleccionada, los investigadores encontraron «una relación inversa en los estudios epidemiológicos analizados entre las antocianinas y los alimentos ricos en antocianinas, y los resultados de eventos relacionados con enfermedad cardiovascular (p. ej., mortalidad), lo que significa que el mayor consumo de antocianinas en un individuo hace que éste exhiba un menor número de eventos relacionados con enfermedades cardiovasculares”.
«La evidencia científica existente de los estudios observacionales, animales y mecánicos sugieren que las antocianinas y los extractos ricos en antocianinas pueden tener el potencial para afectar los marcadores de enfermedad cardiovascular», escribieron los investigadores.
Referencia
Wallace TC, Slavin M, Frankenfeld CL. Systematic Review of Anthocyanins and Markers of Cardiovascular Disease. Nutrients. 2016;8(1). pii: E32. doi: 10.3390/nu8010032.