Las mujeres con un alto nivel de ácidos grasos omega-3 presentaron hasta un 20% menos probabilidades de morir de cualquier causa, en comparación con aquellas con niveles bajos de DHA y EPA, según dice este estudio.

La investigación, publicada en el Journal of Clinical Lipidology, analizó las asociaciones entre las puntuaciones del índice omega-3 -una medida de los niveles de EPA y DHA en los glóbulos rojos- y las tasas de mortalidad por todas las causas en una población de mujeres posmenopáusicas durante un período de 15 años.

Las mujeres con el mayor nivel de omega-3 presentaron un 20% menos de probabilidades de morir por cualquier causa que aquellas con los niveles más bajos de omega-3, dijo el equipo.

«Este es el estudio más grande -pero lejos de ser el único- que confirma que los niveles en sangre de los ácidos grasos omega-3 EPA y DHA, en este caso el índice omega-3, son predictores independientes del riesgo de muerte», dijo el Dr. William Harris, autor principal del estudio y fundador de OmegaQuant Analytics, donde se analizaron las muestras. «Estos hallazgos apoyan la opinión de que los niveles más altos de EPA y DHA omega-3 están asociados con una mejor salud general».

Detalles del estudio

La investigación, que fue financiada por una subvención del Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre en los Estados Unidos, siguió a más de 6.500 mujeres para evaluar la relación entre el índice de omega-3 y los resultados de salud. En general, los investigadores encontraron que los niveles más altos de AGPI en los glóbulos rojos se correlacionaron significativamente con un menor riesgo de enfermedades no cardiovasculares (ECV) y las muertes sin cáncer.

«Este estudio se suma a un mayor cuerpo de evidencia que demuestra la correlación positiva entre los mayores niveles de ômega-3 y el bienestar general», dijo Adam Ismail, director ejecutivo de la Organización Mundial de la EPA y DHA Omega-3 (GOED). «Los resultados obtenidos durante un período de 15 años apoyan la noción de que la ingesta adecuada de omega-3 es una parte importante de un estilo de vida saludable, al igual que hacer ejercicio y seguir una dieta bien equilibrada».

Harris y sus colaboradores informaron que las personas en el grupo más alto de omega-3, con una puntuación promedio del índice de omega-3 del 7,11%, tuvieron un riesgo significativamente menor de mortalidad por todas las causas que aquellos con el estado más bajo, con una puntuación promedio de índice de omega-3 de sólo 3,59%. Además, se encontró que los participantes que murieron (n=1851) durante el seguimiento tuvieron un índice omega-3 menor que los que vivieron.

El equipo también informó que se observó que los niveles más altos de EPA tuvieron una relación inversa significativa con el riesgo de muerte por enfermedad cardiovascular (ECV), pero no se encontró lo mismo con el DHA.

Un mayor índice general de omega-3 también se asoció con mayor edad, mayor consumo de alcohol, educación superior, mayor actividad física, uso más frecuente de medicamentos para bajar el colesterol, menor consumo de tabaco y menor IMC.

Los investigadores concluyeron en su estudio que dos y medio filetes de salmón cada semana proporcionaban una cantidad adecuada de AGPIs omega-3 para ser considerados una cantidad alta y segura. Dijeron que la ingesta estimada sugiere que aproximadamente 1 g de EPA y DHA por día sería necesario para aumentar el nivel de omega-3 para aquellas en el grupo de menor categoría de omega-3 a un nivel donde estaba el grupo más alto.

Referencia

Harris WS, Luo J, Pottala JV, Espeland MA, Margolis KL, Manson JE, Wang L, Brasky TM, Robinson JG. Red blood cell polyunsaturated fatty acids and mortality in the Women’s Health Initiative Memory Study. J Clin Lipidol. 2017;11(1):250-259.e5. doi: 10.1016/j.jacl.2016.12.013.