La suplementación de pacientes con cirugía a corazón abierto con ácidos grasos poliinsaturados omega-3 podría reducir el tiempo de hospitalización y disminuir el riesgo de complicaciones.

La revisión de 19 ensayos clínicos aleatorizados (ECA) muestra una reducción en la duración de la estancia (DIE) de 1,4 días y una incidencia un 22% menor de fibrilación auricular postoperatoria (FAPO).

«Esta revisión sistemática actualizada y meta-análisis demuestra que los pacientes sometidos a cirugía cardíaca pueden reducir significativamente la estancia hospitalaria y la incidencia de FAPO», concluyen los autores dirigidos por Pascal Langlois de la Universidad de Sherbrooke, Quebec.

Sin embargo, los autores reconocen que el menor tiempo de recuperación puede deberse a la reducción en la FAPO.

«Sin embargo, el amplio rango de dosis, la duración de la administración y el tipo de cirugía conducen a una heterogeneidad significativa, lo que debería incitar al lector a ser cuidadoso en la interpretación de los resultados», dijeron Langlois y su equipo en Clinical Nutrition.

Langlois dijo que los hallazgos son prometedores para el uso futuro de los ácidos grasos de cadena larga omega-3 en la terapia perioperatoria cardiaca.

Los resultados agregados no muestran una mejoría significativa en otras medidas, como la estancia en la unidad de cuidados intensivos y la mortalidad.

Sin embargo, «encontramos una reducción significativa de FAPO cuando se administraron dosis de AGPI ω-3 a pacientes expuestos a circulación extracorpórea», anotó el equipo.

La revisión actualizada proporciona una nueva perspectiva sobre los beneficios de los ácidos grasos omega-3 ya que la mayoría de los meta-análisis anteriores se habían centrado exclusivamente en la FAPO más que en los resultados clínicos, y habían producido resultados contradictorios.

«Nuestra hipótesis general es que la administración de AGPI omega-3 podría tener un impacto positivo en la inflamación sistémica y la respuesta inmune y, en consecuencia, estar asociada con FAPO reducida, estancia más corta y, potencialmente, otros resultados clínicos mejorados», afirmó Langlois.

El efecto antiinflamatorio aparece especialmente notable en pacientes con circulación extracorpórea.

«Parece lógico que los pacientes expuestos a circulación extracorpórea desarrollen un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica más intenso a través del contacto de la sangre con superficies no endoteliales y podrían beneficiarse del tratamiento antiinflamatorio/inmunomodulador», sugieren.

La administración oral/enteral y parenteral de omega-3 muestra mejoras en la estancia y FAPO. Sin embargo, los dos primeros métodos producen una mayor reducción de FAPO. La dosis de hasta 2 g/día parece ser la mejor para reducir la arritmia, y la suplementación por encima de este nivel no muestra ningún beneficio adicional.

Los resultados pueden ayudar a justificar «ECAs a gran escala y bien diseñados, que deben estar dirigidos a confirmar nuestras observaciones», agregó el equipo.

Referencia
Langlois PL, Hardy G, Manzanares W. Omega-3 polyunsaturated fatty acids in cardiac surgery patients: An updated systematic review and meta-analysis. Clin Nutr. 2017 Jun;36(3):737-746. doi: 10.1016/j.clnu.2016.05.013.