La incorporación de la oligofructosa prebiótica en la dieta como suplemento o como alimento funcional puede ayudar a reducir los niveles de algunos marcadores de la inflamación asociada a la obesidad, según este estudio.
Doce semanas de suplementación con 21 gramos de oligofructosa se asociaron con disminuciones significativas en el lipopolisacárido (LPS), una endotoxina que provoca fuertes respuestas inmunes, mientras que los niveles de LPS aumentaron en el grupo placebo.
El prebiótico se asoció con una reducción significativa del inhibidor del activador del plasminógeno-1 (PAI-1), un factor de riesgo para la trombosis, según los hallazgos publicados en Obesity.
«Suplementar la dieta regular con 21 g/d de oligofructosa se ha demostrado anteriormente que ayuda a reducir el peso corporal y la masa grasa corporal en comparación con placebo en adultos con sobrepeso/obesidad», informan los científicos de la Universidad de Mount Royal y la Universidad de Calgary.
Además, la suplementación con oligofructosa, independiente de cualquier otro cambio de estilo de vida, redujo los niveles plasmáticos de LPS proinflamatorio y PAI-1 protrombótico. Debido a que los niveles más altos de PAI-1 y LPS contribuyen a las complicaciones de la obesidad, complementar los prebióticos en la dieta puede ayudar a retrasar o prevenir comorbilidades asociadas con la obesidad».
Detalles del estudio
Los científicos canadienses analizaron datos de 37 personas que participaron en un ensayo aleatorizado, doble ciego, controlado con placebo y previamente realizado. Los participantes habían sido asignados aleatoriamente para recibir 7 gramos de oligofructosa tres veces al día o un placebo de maltodextrina durante 12 semanas.
Los resultados mostraron que los niveles de LPS en los participantes en el grupo prebiótico disminuyeron en un 40%, mientras que los niveles aumentaron en un 48% en el grupo placebo. Estos resultados coincidieron con los datos de estudios con ratones de laboratorio publicados por Cani et al. (Diabetes, 2008, Vol. 57, pp. 1470-1481), dijeron los investigadores.
Además, PAI-1 disminuyó en 17,3 ng/ml en el grupo oligofructosa mientras que los niveles disminuyeron en 9,7 ng/ml en el grupo placebo.
«Creemos que somos los primeros en informar de una reducción en PAI-1 con oligofructosa en seres humanos», escribieron los investigadores. «PAI-1 es un procoagulante, y los niveles aumentados se asocian con la trombosis. La pérdida de peso reduce los niveles de PAI-1 en pacientes con diabetes tipo 2 y enfermedad coronaria. Además, los aumentos en la glucosa y la insulina están entre los factores que aumentan la producción de PAI-1, y se ha informado anteriormente de una disminución de los niveles de glucosa e insulina en el grupo oligofructosa, pero no en el grupo placebo […]. Por lo tanto, la disminución en PAI-1 en nuestro grupo de oligofructosa podría estar vinculado a la reducción de la glucosa y los niveles de insulina y, por tanto, a una producción reducida de PAI-1».
No se observaron efectos significativos para otros biomarcadores; la oligofructosa no afectó a la interleucina-6 (IL-6), al factor de necrosis tumoral alfa (TNF-alfa), a la proteína quimiotáctica macrófaga-1 (MCP-1), a la adiponectina o la resistina.
Referencia
Parnell JA, Klancic T, Reimer RA. Oligofructose decreases serum lipopolysaccharide and plasminogen activator inhibitor-1 in adults with overweight/obesity. Obesity (Silver Spring). 2017;25(3):510-513. doi: 10.1002/oby.21763.