El efecto nocivo de la sal en la presión arterial se podría compensar con el consumo de un probiótico, según informa este estudio en Nature.
Una dieta rica en sal (HSD) redujo el número de ciertas especies bacterianas en ratones, en particular Lactobacillus spp. Esto condujo a un aumento en el número de células T-helper 17 (TH17) inflamatorias y a un aumento de la presión sanguínea en los animales.
La suplementación con el probiótico Lactobacillus murinus redujo el número de células TH17 en los ratones y redujo su presión arterial. El tratamiento probiótico también alivió la encefalomielitis autoinmune experimental (EAE) en los ratones, según descubrió el equipo de investigación multiinstitucional dirigido por el Centro Max Delbrück de Medicina Molecular (MDCMM), Berlín. Otras instituciones involucradas en el estudio incluyeron el Instituto de Tecnología de Massachusetts y la Universidad Friedrich-Alexander (FAU), Erlangen-Nuremberg, Erlangen.
Los científicos también llevaron a cabo un estudio piloto en 12 humanos, en el que una HSD indujo reducciones significativas en especies de Lactobacillus junto con un mayor número de células TH17 y presión arterial elevada.
Cuando los sujetos recibieron un probiótico una semana antes de comenzar el HSD, sus niveles de Lactobacillus y la presión arterial permanecieron inalterados.
«Aquí mostramos que la ingesta alta de sal afecta el microbioma intestinal en ratones, particularmente al deplecionar el Lactobacillus murinus. En consecuencia, el tratamiento de ratones con L. murinus impidió el empeoramiento inducido por la sal de la encefalomielitis autoinmune experimental inducida activamente y la hipertensión sensible a la sal mediante la modulación de las células TH17″, escribieron los autores.
«De acuerdo con estos hallazgos, un aumento moderado del contenido de sal en un estudio piloto en humanos redujo la supervivencia intestinal de Lactobacillus spp., aumentó las células TH17 y aumentó la presión sanguínea», agregaron.
Se sabe que un alto consumo de sal, que contiene el mineral de sodio, aumenta la presión sanguínea y también se asocia con enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Los resultados sugieren que el microbioma intestinal puede ser un objetivo potencial para contrarrestar afecciones sensibles a la sal, como la presión arterial alta.
Detalles del estudio
En el estudio con ratones, los animales se alimentaron con sal de mesa como el 4% de su dieta (en comparación con el contenido dietético normal del 0,5%) durante dos semanas.
Los científicos también encontraron que otra especie de Lactobacillus (L.reuteri) también proporcionó efectos protectores similares en los ratones, aunque la cepa Lactobacillus E.coli Nissle 1917 no lo hizo.
En el estudio piloto humano, los 12 sujetos recibieron 6 gramos adicionales por día durante dos semanas.
Aunque los resultados fueron prometedores, el ensayo fue un diseño de «etiqueta abierta», con un pequeño número de sujetos. Los investigadores están buscando una prueba adicional para confirmar el efecto terapéutico de Lactobacillus, que se encuentra en alimentos fermentados como el chucrut, el yogur y el queso.
«Estamos planificando un estudio de presión arterial con sujetos humanos: doble ciego con un mayor número de participantes de ambos géneros y controlado con placebo», dijo la autora principal, la Dra. Nicola Wilck del Centro de Investigación Experimental y Clínica, una institución dentro de MDCMM.
«Nuestros datos experimentales en ratones sugieren que la microbiota intestinal podría servir como un objetivo potencial para contrarrestar las condiciones sensibles a la sal. La identificación de Lactobacillus como un «inhibidor natural» de células TH17 inducidas por alto contenido de sal en ratones podría servir como base para el desarrollo de nuevas estrategias de prevención y tratamiento», explicaron los investigadores.
Además, el hallazgo de que la terapia probiótica mejorara la EAE en ratones puede tener implicaciones para otras enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple (EM).
«La esclerosis múltiple puede ser una de las enfermedades sensibles a la sal que podríamos tratar en el futuro con probióticos adaptados individualmente como complemento a las inmunoterapias estándar», comentó el Profesor Dr.Ralf Linker de la FAU.
Sin embargo, dado que la EAE se indujo activamente en los ratones en este estudio, el tratamiento puede no ser necesariamente extensible a las enfermedades espontáneas, advirtieron los investigadores.
Referencia
Wilck N, Matus MG, Kearney SM, Olesen SW, Forslund K, Bartolomaeus H, Haase S, Mähler A, Balogh A, Markó L, Vvedenskaya O, Kleiner FH, Tsvetkov D, Klug L, Costea PI, Sunagawa S, Maier L, Rakova N, Schatz V, Neubert P, Frätzer C, Krannich A, Gollasch M, Grohme DA, Côrte-Real BF, Gerlach RG, Basic M, Typas A, Wu C, Titze JM, Jantsch J, Boschmann M, Dechend R, Kleinewietfeld M, Kempa S, Bork P, Linker RA, Alm EJ, Müller DN. Salt-responsive gut commensal modulates TH17 axis and disease. Nature. 2017 Nov 30;551(7682):585-589. doi: 10.1038/nature24628.