Tomar suplementos de ácidos grasos omega-3 durante el embarazo puede ayudar a prevenir o reducir el riesgo de anemia en los recién nacidos, según concluye este estudio.

Este estudio, publicado en Journal of Functional Foods, es el primero en establecer una relación entre la suplementación materna con ácido docosahexaenoico (DHA), un ácido graso omega-3 poliinsaturado esencial y la mejora del metabolismo del hierro fetal.

Los investigadores piensan que DHA ayuda a aumentar la expresión de ciertos genes que regulan el transporte de hierro a través de la placenta.

DHA también puede mejorar las reservas de hierro antes del parto y ayudar a prevenir futuras deficiencias postnatales que podrían causar daños al desarrollo cognitivo del recién nacido.

Según la Organización Mundial de la salud (OMS) la anemia afecta a 40-50% de las mujeres vulnerables y a sus hijos. Distintos estudios han demostrado que las madres con baja ingesta en mariscos y pescados y un uso alto de aceites vegetales ricos en ácidos grasos omega-6 están en riesgo de una ingesta inadecuada de ácidos grasos omega-3.

Un estudio encontró que el hierro y los ácidos grasos omega-3 son nutrientes esenciales para el desarrollo normal del feto y que éste depende de la transferencia materna durante el desarrollo prenatal.

Según la Organización Mundial de la salud la anemia afecta al 40-50% de las mujeres vulnerables y a sus hijos.

Los investigadores creyeron que la clave para entender los efectos beneficiosos de DHA en la captación de hierro y su transporte en la placenta era mirar cómo las proteínas clave se comportaban entre sí.

Las proteínas que componen el sistema de transporte de nutrientes trabajan de una manera responsable y reguladora para mantener la homeostasis de hierro constante en el metabolismo de mamíferos.

«Dada la importancia de estas proteínas reguladoras de la homeostasis del Fe, es necesario clarificar los factores y las interacciones que podrían modificar su expresión,» señalaron los investigadores.

«Esto no se había nunca estudiado previamente en las madres embarazadas, a pesar de los numerosos estudios y resultados de la suplementación con DHA».

La deficiencia de hierro en niños está asociada con bajos niveles de DHA en los eritrocitos. En modelos animales, la deficiencia de hierro moderada durante la gestación y la lactancia dio lugar a cambios en la composición de ácidos grasos de las células rojas de la sangre, el hígado y el cerebro de la descendencia.

Sin embargo, los cambios más llamativos fueron en la composición cerebral de PUFA, donde los ácidos grasos poliinsaturados (omega-3) totales se enriquecieron considerablemente con aproximadamente el 20%, siendo el contenido de DHA el principalmente responsable de este aumento.

«Este perfil alterado de ácidos grasos puede ser parte de diferentes vías neuronales bioquímicas hierro dependientes que se encuentran alteradas por la deficiencia de Fe perinatal, lo que puede tener un impacto duradero sobre el desarrollo neonatal», dijeron los investigadores.

Detalles del estudio

Científicos de la Universidad de Granada y del King College de Londres reclutaron a 110 madres embarazadas sanas para participar en un ensayo doble ciego, controlado y aleatorizado, que se desarrolló a partir de la semana 28 de gestación hasta el alumbramiento.

Las madres fueron asignadas aleatoriamente a uno de dos grupos: un grupo control al que se le administró 400 ml/día (en dos dosis de 200 ml) de una bebida láctea de control y otro grupo suplementado con aceite de pescado que recibió 400 ml/día (en dos dosis de 200 ml) de una bebida láctea enriquecida con aceite de pescado. El aceite de pescado de atún fue utilizado como fuente de DHA.

La ingesta materna se evaluó mediante un cuestionario de frecuencia alimentaria de 110 items junto con un registro de la dieta llevada a cabo en 72 horas. Basado en esta información, se creó una dieta recomendada, donde los contenidos fueron intercambiables dentro de cada grupo de nutrientes para ambos grupos.

Los resultados mostraron un efecto beneficioso de los suplementos de DHA maternos en la homeostasis del hierro por el sincitiotrofoblasto, la cubierta de tejido de la región placentaria embrionaria altamente vascular, que invade la pared del útero para establecer la circulación de nutrientes entre el embrión y la madre.

«La suplementación de DHA se postula como una estrategia nutricional que no sólo ayuda en el desarrollo cognitivo y visual del bebé, sino que también podría ayudar a prevenir el riesgo de padecer anemia», dijeron Javier Díaz Castro y Julio José Ochoa Herrera, investigadores del Departamento de Fisiología de la Universidad de Granada y autores principales de este trabajo.

«En este sentido, esta suplementación materna podría prevenir las complicaciones perinatales derivadas de la anemia como el bajo peso al nacer y el desarrollo cognitivo tardío».

Dos de los nutrientes claves en la gestación y desarrollo temprano, hierro y DHA, se sabe que desempeñan un papel importante en el desarrollo neuronal del niño recién nacido.

Referencia

Diaz-Castro J, Moreno-Fernández J, Hijano S, Kajarabille N, Pulido-Moran M, Latunde-Dada GO, Hurtado JA, Peña M, Peña-Quintana L, Lara-Villoslada F, Ochoa JJ. DHA supplementation: A nutritional strategy to improve prenatal Fe homeostasis and prevent birth outcomes related with Fe-deficiency. Journal of Functional Foods 2015 Dec;19(Part A):385-393doi:10.1016/j.jff.2015.09.051