El consumo de una dieta de estilo mediterráneo está aumentando en Europa y EE. UU. porque es ‘fácil de seguir’, dice el autor del artículo publicado en Clinical Nutrition, que vincula la dieta Mediterránea con una fragilidad reducida.

Un número creciente de personas en los EE. UU. y Europa están comiendo dietas de estilo mediterráneo para mejorar su salud porque no implica intervención clínica, según el autor de esta nueva investigación, que encontró que consumir una dieta de estilo mediterráneo podría reducir el riesgo de fragilidad en las personas mayores.

Berna Rahi, un experto en epidemiología nutricional de la Universidad de California, dijo que la popularidad de las dietas mediterráneas estaba aumentando en Europa y EE. UU. en todos los grupos demográficos, ayudado por el hecho de que quienes las comen no necesitan visitar a un médico, farmacéutico o dietista.

«Creo que esto se debe a los efectos beneficiosos y porque es fácil de seguir. Simplemente se necesita limitar la ingesta de carne, limitar la ingesta de lácteos, y no limitar la ingesta de frutas, verduras y pescado. No es muy elaborada y no es difícil de seguir. No necesita un seguimiento específico de un dietista o médico».

Detalles del estudio

Los beneficios de una dieta mediterránea para ayudar con el envejecimiento saludable han sido bien documentados a través de numerosos estudios. Sin embargo, este estudio investigó específicamente la relación entre el consumo de una dieta mediterránea y la incidencia de fragilidad entre personas mayores de 75 años en un estudio prospectivo.

La investigación involucró a 560 participantes no frágiles mayores de 75 años que fueron examinados en Francia, entre 2009 y 2010 y luego reexaminados dos años después. Los participantes completaron un cuestionario para indicar el grado en que seguían una dieta tipo mediterráneo.

La fragilidad se definió como la existente en aquellos pacientes que mostraron signos de al menos tres condiciones de agotamiento, pérdida de peso involuntaria, lentitud, debilidad y baja actividad física.

Los resultados mostraron que 79 participantes en el estudio (14%) se volvieron frágiles después del seguimiento de dos años.

Los adultos mayores que se unieron más rígidamente a una dieta mediterránea mostraron un riesgo de fragilidad significativamente reducido, 68%, en comparación con aquellos que tuvieron la menor adherencia a la dieta.

Dentro de este criterio, la mayor adherencia a la dieta mediterránea se asoció con un riesgo significativamente menor de lentitud, poca fuerza muscular y baja actividad física.

Además de una dieta mediterránea, Rahi abogó por el consumo de suplementos multivitamínicos para compensar cualquier déficit de nutrientes.

«Probablemente se recomiende un suplemento mineral multivitamínico, por ejemplo suplementos de omega 3 y vitamina D que no pueden corregirse con los alimentos». Por lo general, nuestra recomendación es que se consuman alimentos naturales y cuanto menos procesados mejor», comentó Rahi.

Referencia

Rahi B, Ajana S, Tabue-Teguo M, Dartigues JF, Peres K, Feart C. High adherence to a Mediterranean diet and lower risk of frailty among French older adults community-dwellers: Results from the Three-City-Bordeaux Study. Clin Nutr. 2017 May 31. pii: S0261-5614(17)30194-2. doi: 10.1016/j.clnu.2017.05.020.