Según este estudio, la mayoría de personas que tienen el síndrome de intestino Irritable (SII) podrían ser deficientes en vitamina D, afectando gravemente su calidad de vida.

Este estudio arroja luz sobre una afección a menudo olvidada que afecta al 10–15% en el mundo industrializado y destaca la necesidad de programas de proyección a nivel nacional, así como la suplementación de vitamina D posible para aquellos afectados del síndrome del intestino irritable.

La administración de suplementos de vitamina D se apoya por estudios que muestran asociaciones entre una deficiencia de vitamina D y la enfermedad inflamatoria intestinal.

El papel de la suplementación de vitamina D en otras afecciones gastrointestinales también es apoyada por otros estudios que muestran asociaciones entre una deficiencia de vitamina D y la enfermedad inflamatoria intestinal. La vitamina D se ha relacionado recientemente con una disminución de la presión arterial y una reducción de los riesgos de enfermedades del corazón y riñón.

Un estudio previo había evaluado el efecto de la suplementación de vitamina D en 37 pacientes con SII informando que aproximadamente el 70% de los que recibieron la suplementación a dosis altas mejoró sus síntomas de SII.

SII es un trastorno funcional del tracto gastrointestinal crónico y debilitante. Poco se sabe acerca de por qué y cómo se desarrolla esta afección, aunque se sabe que una mala dieta y el estrés pueden empeorar los síntomas.

Detalles del estudio

Este estudio utilizó un ensayo aleatorizado, doble ciego, de diseño paralelo de tres brazos de la vitamina D, placebo o una combinación de vitamina D y probióticos. Se incluyeron 51 pacientes con SII.

Las pruebas revelaron que la deficiencia de vitamina D fue alta a través de diferentes síntomas del SII: 81,8% de las personas con SII con estreñimiento, 70% de SII con diarrea y 81,6% del SII con mezcla de ambos hábitos intestinales, según los resultados publicados en BMJ Open Gastroenterology.

Los resultados también revelaron una asociación significativa en los datos basales entre el nivel circulante de vitamina D y la calidad de vida. La suplementación mejoró significativamente el nivel de vitamina D en comparación con el placebo.

Los participantes recibieron al azar un placebo, suplementación de vitamina D con placebo de probióticos o suplementos probióticos y vitamina D.

Científicos de la Universidad de Sheffield adoptaron un ensayo controlado aleatorizado doble ciego que para evaluar si la vitamina D sería capaz de beneficiar a pacientes con SII. A los participantes se les tomó una muestra de sangre para evaluar los niveles de vitamina D. También se utilizó un cuestionario de síntomas de SII.

Los participantes tomaron su suplemento asignado durante las próximas 12 semanas llenando su cuestionario quincenalmente. A los participantes se les recogío también una muestra de sangre para determinar sus niveles de vitamina D durante su última visita.

 Después de 12 semanas de suplementación, los participantes con niveles satisfactorios de la vitamina D mejoraron en todos los grupos. El grupo, que tomó la vitamina D y el probiótico, mejoró de un 25% a un 87,5%. Aquellos que recibieron únicamente vitamina D mejoraron de un 22,2% a un 92,3%. Aunque más perceptiblemente,  también se observó una mejoría en el grupo placebo, con un salto del 18,5% al 60%.

Los investigadores indicaron que la vitamina D había sido implicada en el desarrollo neurológico en estudios previos y que el receptor de vitamina D (VDR) se había expresado a través del sistema nervioso donde su activación estaba ligada a los niveles de neurotransmisores y la síntesis de serotonina.

«VDR se expresa también en los intestinos y regula la función de la barrera epitelial y la inflamación intestinal lo que sugiere que una dieta deficiente de vitamina D puede afectar directamente la función del intestino y por lo tanto la sintomatología del SII», comentaron los investigadores.

Referencia

Tazzyman S, Richards Ns, Trueman AR, Evans AL, Grant VA, Garaiova I, Plummer SF, Williams EA, Corfe BM. Vitamin D associates with improved quality of life in participants with irritable bowel syndrome: outcomes from a pilot trial. BMJ Open Gastroenterology 2015;2:e000052 doi:10.1136/bmjgast-2015-000052.