Este estudio, que aplica un análisis estadístico a la ingesta de alimentos y a los datos de prevalencia de enfermedad en un número de países, ha concluido que la deficiencia de la vitamina K2 es un riesgo elevado para desarrollar enfermedades del corazón como es el fumar.
Los autores del artículo, publicado en Cureus, tomaron un enfoque epidemiológico del problema. Exploraron la relación del estado de la vitamina K2 con el riesgo de enfermedad cardíaca analizando datos de ingesta de alimentos disponibles al público de 168 países. Los autores entonces infirieron perfiles de ingesta de nutrientes de esos datos y los correlacionaron con los datos de muerte temprana (15-64 años) por enfermedad cardiovascular (ECV). También intentaron obtener referencias cruzadas de los resultados de esa correlación con factores de riesgo tales como escasa actividad física, tabaco, marcadores de riesgo biométricos de ECV, factores socioeconómicos de riesgo para ECV y género, con un enfoque estadístico complicado conocido como análisis univariado.
Detalles de la revisión
«Las medidas incluyeron (1) análisis univariado de muerte precoz de ECV con cada factor de riesgo, (2) una fórmula de regresión múltiple relacionando la muerte temprana por enfermedades cardiovasculares (variable dependiente) con el perfil de macronutrientes, vitamina K1 y K2 y otros factores de riesgo (variables independientes), (3) para cada factor de riesgo que aparecen en la fórmula de regresión múltiple, la porción de la ECV de riesgo atribuibles a ese factor y (4) análisis univariantes y multivariantes similares del índice de masa corporal (IMC), azúcar en ayunas en la sangre (FBS), presión arterial sistólica (PAS) y relación colesterol/HDL-C (variables dependientes) y otros factores dietéticos y de riesgo (variables independientes)”, escribieron los autores.
Concluyeron que las personas en los países con niveles muy bajos de consumo de vitamina K2 tuvieron sobre 2,2 veces mayor riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares que las de aquellos países con alto consumo de esta vitamina.
«Una fórmula de regresión múltiple relacionando la muerte temprana por CVD a nutrientes y otros factores de riesgo representó aproximadamente el 50% de la varianza entre cohortes en muerte temprana por CVD. Los riesgos atribuibles de las variables en la fórmula de muerte precoz por ECV fueron: Alta ingesta de alcohol (0,38%), muy poca vitamina K2 (6.95%), tabaco (6.87%), alta presión de la sangre (9.01%), contaminación del aire (9.15%), muerte de la primera infancia (3.64%), pobreza (7.66%) y género masculino (6.13%)”, escribieron.
Los autores dijeron que sus observaciones deberían ser confirmadas con investigaciones adicionales, pero también dijeron que «la vitamina K2 en los productos alimenticios debería ser sistemáticamente cuantificada. Los programas de salud pública deberían considerar aumentar la ingesta de alimentos vegetales con vitamina K2”.
Los niveles de la vitamina K2 también podrían ser fácilmente impulsados con la suplementación mediante una forma altamente activa de la vitamina como menaquinona 7.
Referencia
Cundiff DK, Agutter PS. Cardiovascular Disease Death Before Age 65 in 168 Countries Correlated Statistically with Biometrics, Socioeconomic Status, Tobacco, Gender, Exercise, Macronutrients, and Vitamin K. Cureus. 2016;24;8(8):e748. doi: 10.7759/cureus.748.